La teoría
de la percepción directa propuesta por J.J.Gibson (1.904-1.979) sostiene que la
percepción no se construye mediante una interpretación de los datos sensoriales
por parte del perceptor, sino que la percepción es una función directa del estímulo.
Esto es, ni viene determinada innatamente, ni resulta enriquecida por la
experiencia pasada, ni se produce como consecuencia de una organización
espontánea de los datos sensoriales en la mente del que percibe.
En la obra
de Gibson, se reconocen fácilmente la convergencia de tres influencias
teóricas:
- El conductismo E-R, poniendo el énfasis en la E.
- La Psicología de la Gestalt, de quien adopta el carácter primario de la percepción frente a la experiencia.
- La concepción psicofísisca implícita en el Funcionalismo Probabilístico de Brunswick. Al retomar de éste autor la idea de una correspondencia entre el estímulo distal (el objeto) y la percepción, que se relacionan según un cálculo probabilístico.
Brunswick
había propuesto como medida de la consistencia ambiental el concepto de validez
ecológica, el cual mide el grado de correlación entre variables del medio
entorno. Por ejemplo, las aves suelen tener plumas, pico, alas, etc. y estas
características no suelen ir emparejadas en los mamíferos (los hay con alas
como el murciélago, pero éstas no tienen plumas). Gibson recoge este concepto
de validez ecológica y le otorga un papel nuclear en su concepción del proceso
perceptivo.
Para
Gibson, la percepción tiene lugar al actuar directamente los sentidos sobre los
estímulos-información, los cuales nos informan de las invariantes del ambiente,
de modo que las propiedades del estímulo proximal (imagen retiniana) se hallan
altamente correlacionadas con el estímulo distal (objeto real). Por
consiguiente el estudio de la correspondencia entre las invariantes del
estímulo y la percepción es un enfoque psicofísico que denomina Psicofísica de
orden superior.
Gibson
establece la distinción entre:
Estímulo-energía,
según la cual las energías de los estímulos afectan a receptores
específicamente entrenados en captar esa modalidad (ondas luminosas, acústicas,
etc.)
Estímulos-información,
patrones complejos de la estructura de la luz ambiental que representan
constantes (invariantes) bajo todas transformaciones y proporcionan la
información ambiental.
Por tanto,
el estímulo-información se opone tanto al concepto de estímulo-energía como a
la concepción de un patrón estático, en cuanto que percibimos un flujo temporal
de información sobre el medio.
Desde este
punto de vista, los sentidos pueden considerarse como auténticos sistemas
perceptuales con los que buscamos en el ambiente la información necesaria. Esta
información relevante es lo que denominamos invariantes, que son las que nos
permiten reconocer los objetos y no las formas.
Señala
Gibson que un estímulo-información presenta tres propiedades que se dan en toda
estimulación física (luminosa, sonora, química, etc.) y en cualquier parte del
cuerpo que resulte estimulada interior o exteriormente. Estas son:
Un orden en
el espacio o estructura simultánea, la forma con sus bordes, ángulos, etc.
Un orden en
el tiempo o estructura secuencial. Como mínimo existe una transición inicial y
otra final.
Un orden de
transformación, que comprende algunos componentes de no-cambio (invariantes) y
algunos componentes de cambio (variaciones). En otras palabras, incluye el
cambio como parte del estímulo.
Sin
embargo, Gibson no excluye la influencia de las motivaciones, aprendizaje,
etc., sobre la actividad perceptual. Para este autor, aprender a percibir es
aprender a discriminar o atender a las características de orden superior
(invariantes) que suministran los estímulos-información del ambiente. La
motivación puede provocar que atendamos o no a los estímulos-informativos.
En resumen,
en coherencia con la Teoría de percepción directa, la percepción es un acto de
atención, no una respuesta que se desencadena ante la estimulación. Lo que los
receptores visuales registran no es la forma, sino las dimensiones de variación
de la forma.
Esta
teoría, por tanto, basada en los estímulos-información, rechaza las claves que
permiten inferir la distancia, la profundidad y el movimiento. En lugar de
ello, sostiene que vemos directamente, captando los receptores dos tipos de
características de orden superior que se dan en el orden óptico:
El
gradiente de densidad de textura: cambios graduales en el flujo de estimulación
La
deformación: una transformación observada de gradientes para un observador
activo. Por ejemplo, al caminar, los gradientes se transforman y lo lejano se
hace próximo y viceversa.
En
definitiva, el estudio de la correspondencia entre las características de orden
superior (gradiente de densidad de textura, etc.) y nuestra percepción, puesto
que es una relación directa y causal (teoría de la percepción directa) es un
acercamiento psicofísico al estudio de la percepción que recibe el nombre de
Psicofísica de Orden Superior.
Según la etapa Detección/Exposición con respecto a la intensidad del estímulo, ¿una película tiene mayor facilidad de ser entendida que el propio libro?
ResponderBorrarBuena info, gracias
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